La noche ha caído
como algo inevitable,
como un beso sin amor,
pero esta no meteré mierda en mi cuerpo,
me quedaré imaginando
que te desnudo mientras ahí fuera
alguien vende su alma por ser el rey de la pista
aun sin conseguirlo.
Hoy no meteré mierda en mi cuerpo,
sólo pensaré en meter mi mirada más limpia en el tuyo.
La noche sigue cayendo a velocidad de vértigo,
observo a la luna como diciéndole:
"¿cuántas veces más iluminarás mi oscuridad?"
y se me pone dura pensando en tus orgasmos.
No sé si la noche estará castigando tu cuerpo,
sigo tumbado en la cama,
cierro los ojos y se me baja la polla,
ya sólo veo desnuda a la ausencia.

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