Qué jodidas son las ganas de huir,
la necesidad de desaparecer
y no saber a dónde ir,
querer dejar de sentir
al menos por un día y que sea imposible.
Cuánta mierda queda por aguantar
y que poca recompensa,
pero no queda otra que seguir el viaje
sabiendo que sólo la última parada
aliviará el dolor, pero ya no seré consciente.
Qué jodido saber que no habrá tregua,
que esta puta guerra no tiene más fin que la muerte,
una paz que no se puede disfrutar.

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